
Son aquellas conductas cometidas por personas físicas o morales que contienen un deterioro o menoscabo de carácter económico y patrimonial, así como aquellas conductas que atentan en contra el correcto manejo y control de dineros del erario, no sólo en tratándose de entidades públicas sino privadas que administren dineros del Estado y las conductas desplegadas por los contribuyentes que atenten el patrimonio del fisco local o federal.